



Variaciones torno con chicle
Ven,
acércate despacio y hazme el amor
como si tuvieras el sol de retiro en tu cuerpo.
Abrázame con la inteligencia de tus brazos
la ignorancia de tu cerebro
y el afán preciso de la venta callejera.
Haz de mi cuerpo tu bandera
e ízate en él
y que tus deseos sean un himno de guerra
sobre mi pecho dormido
y antes que termine la tarde
déjame sobre la cama sin aliento,
viva más que muerta,
como si fuera un chicle derretido por el sol.
Saludos
No digas que nunca te he escrito.
Todas las cartas las escribí con el lapicero de tinta negra,
el mismo que me regalaste cuando cumplimos cinco mese
y tres días de besos y abrazos.
No digas que no te he escrito,
mira bien el tejado de tu casa
y verás que las golondrinas son todas de papel.