John Galán Casanova
Bogotá, 1970. Poeta y ensayista. Licenciado en Literatura Universidad Nacional. Su primer libro, ALMAC N AC STA, obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven de Colcultura en 1993. Luis Tejada: Crítica crónica, Boletín Cultural y Bibliográfico, Banco de la República, n.º 33, 1993). Siguiendo los pasos del gran cronista antioqueño, entre julio de 1994 y noviembre de 1995 sostuvo la columna de opinión “En el camino” para el periódico El Espectador. Por esos tiempos se le vio implicado en la creación del grupo de poesía, danza, música, fotografía y video Poesía ácida. Su segundo libro de poemas El corazón portátil, sepublicó en 1999; y el tercero, AY-YA (2001. Algunos de sus ensayos y artículos han sido publicados por revistas como el Magazín Dominical de El Espectador, Número, El Malpensante, Gaceta de Colcultura y La Hoja de Medellín. En 2005 la Editorial Panamericana publicó su biografía Luis Tejada. Vida breve, crítica crónica, en su colección Cien personajes-Cien autores.
El cuerpo
¿El cuerpo?
El cuerpo es un ídolo rancio
al que ofrendamos flores por costumbre.
Mil billones de fotografías
le tomaron durante estos siglos
y lo han dejado exhausto.
El pobre cuerpo
no resiste una prenda más,
un desnudo más, una pose más.
Habría que embalsamarlo,
encerrarlo en un sarcófago
y preservarlo un milenio de toda mirada
mientras recupera su aura.
El exceso
El exceso de T.V. no remuerde.
El exceso de alcohol es obligatorio.
El exceso de trabajo es legal
y perjudica la salud.
El exceso de velocidad
es la rebeldía de los lerdos.
El exceso de drogas no da abasto.
El exceso de sexo no se siente.
El exceso de luz eclipsa la noche.
El exceso de noche es elixir de fantasmas.
El exceso de campesinos
acampando frente a las alcaldías.
El exceso de plagas que no atajan los pesticidas.
El exceso de estudio sin pasión,
de mediocridad dentro y fuera del salón.
El exceso de sordo llanto y de ira
en las voces de los niños.
Y los madrazos,
los portazos y los trancazos a los objetos.
El exceso imposible del amor.
El exceso de la danza de la muerte.
El exceso de lujo, de codicia, de violencia.
El exceso nuestro de cada día.