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Declaración de amor
a la orilla del mundo
Todo lo que no alcanzamos a decirnos
lo dijeron los árboles temblando por nosotros:
las espigas rosadas al borde del camino,
los pájaros hundidos en su canto invisible
y un rumor que venía de todas partes y de ninguna.
Recuerdo que me detuve a recoger una piedra
y la levanté con gran cuidado -amorosamente-
como si hubiera sido un pajarillo
que acabara de caerse de su nido.
La puse junto a tu oído y te dije:
- Cierra los ojos… ¿la escuchas?
- Sí, ¿qué es?
- Es la niebla.
Radiografía
Ir el viernes por la noche al cine
a ver una película de aventuras
es confirmar que no hay acción
ni misterio en nuestras vidas.
Ir al Museo de Arte Moderno
el sábado por la mañana
es reconocer que vivimos
sin creatividad ni belleza.
Ir el sábado por la noche
a una fiesta a buscar calor
es admitir que estamos solos.
Asistir a la iglesia el domingo
es confesar que brilla
por su ausencia el Creador.